Virtualidad en tiempos de cuarentena
- John Edwar Gonzalez Arias
- 2 may 2020
- 3 Min. de lectura

El 2020 ha sido un año de reinvención de la educación no sólo en Colombia si no en el mundo entero. Abruptamente se ha cambiado el modelo educativo en las aulas de clase por webinars o clases virtuales en los que muchos profesores se la han jugado por aprender a manejar diferentes plataformas virtuales para realizar sus clases. Ahora bien, sería valioso saber qué tan preparados estamos en Colombia para la virtualización educativa teniendo en cuenta que se estima que todo el año escolar se desarrolle con esta modalidad.
Acceso a internet:
Según el último censo del DANE, en Colombia hay 14 millones de familias aproximadamente de las cuales sólo el 50% tienen acceso a internet. Lo que ha puesto un gran obstáculo para muchos niños que quieren seguir con su proceso de escolarización, especialmente aquellos del área rural y los de estratos 1 y 2.
Gracias a la creatividad y la vocación de muchos maestros, estudiantes sin acceso a internet han logrado continuar, de alguna manera, su proceso escolar. Algunos han optado por crear módulos y talleres que llevan hasta cada casa de sus estudiantes para que los realicen. Otros han usado las emisoras locales para explicar desde ciencias, sociales, lenguaje, matemáticas y demás. Y muchos más que le apuestan al aprendizaje de sus estudiantes con diferentes recursos.
Todo esto lo han logrado muchos profesores por amor a su trabajo, a pesar de que el gobierno los tenga abandonados y no ofrezca garantías para educar aquellos que no cuentan con red.
Educación en casa:
Algunos padres de familia han optado por suspender el proceso de escolarización de sus hijos argumentando que son los profesores los que deben enseñar, que ellos no tienen tiempo ni paciencia para eso, que los niños así no van a aprender, etc.
Es entendible que, con la crisis actual, pocos padres continúan trabajando y muchos más están desempleados. Algo que claramente preocupa en los hogares colombianos, genera angustia e impotencia. No obstante, los niños no deben convertirse en desahogo de los problemas de los adultos. Al contrario, hay que motivarlos para salir juntos como familia de está situación que afecta al mundo entero.
Aprovechar la enseñanza en casa para conocer más a sus hijos, sus emociones, sus gustos, sus disgustos, sus deficiencias, fortalezas, etc. No es hora de dejarlos solos con lo que el profesor pueda explicar por medio de un monitor, celular, taller o fotocopia.
La tecnología:
Muchos profesores mayores han graduado estudiantes a punta de tiza y tablero y cambiar estrictamente a la tecnología, que para muchos es su talón de Aquiles, ha sido arduo. Ahora bien, los docentes deberían aprovechar está implementación virtual para aprender más, mejorar sus metodologías, usar nuevos recursos didácticos que sean útiles no sólo ahora, si no para próximos años escolares.
Es hora de reinventar la educación y desarrollarla para la diversidad del ser humano. Todos somos diferentes, no hay un ser humano igual al otro, aprendemos diferente y a ritmos diferentes. El propósito de la educación no es calificar quien es bueno o quien es malo. La educación es llegar a cada niño, con sus habilidades, deficiencias y limitaciones, y desarrollar su pensamiento, sus relaciones interpersonales, potencializar sus capacidades y lograr un ciudadano ejemplar en la sociedad.
La crisis mundial por el Covid-19 nos ha hecho clarificar que en Colombia no estamos preparados para la educación 100% virtual. Incluso creería que ningún ser humano lo está, puesto que cambiaría drásticamente la esencia de lo que somos, seres sociales. Pero lo que sí está claro, es que en Colombia hay desigualdad frente al acceso a la información, desde casa los padres de familia deben ser partícipes activos de la educación de sus hijos y que los profesores deben estar a la vanguardia para adaptar su practicas pedagógicas a las necesidades de la diversidad del ser humano.
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